“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que… ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
(Romanos 8:37-39)
¿Cómo podemos saber que estamos viviendo una VIDA VICTORIOSA? Queda claro que una vida victoriosa muestra mucho más que logros y bendiciones de índole material (las cuales son muy buenas). Sin embargo, aun cuando faltara abundancia material o logros visibles… ¿Se puede vivir en victoria?
Romanos 8:37-39 nos deja ver que podemos tener vidas significativas, aun en medio de situaciones adversas, en tanto permanezcamos unidos a Cristo. Por ello en esta segunda lección veremos cómo se Define Una Vida Victoriosa. ¡Veamos!
-La Vida Victoriosa primero, ES UNA VIDA GOZOSA-
Los creyentes que son más que vencedores exhiben una vida llena de gozo, son gente alegre, no importando las circunstancias. Ellos han acatado el consejo del apóstol Pablo cuando exhorta: “Estad siempre gozosos” (1 Tesalonicenses 5:16). Han asimilado el hecho de que “El gozo del Señor es nuestra fortaleza” (Nehemías 8:10).
Los creyentes victoriosos han creído de corazón lo prometido por Jesús cuando dijo: “nadie os quitará VUESTRO GOZO” (Juan 16:22). Y nos lo reafirma diciendo: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y VUESTRO GOZO sea cumplido” (Juan 15:11). No importa si a veces nuestra situación sea algo contradictoria, pues en ocasiones nos hallamos “como entristecidos, PERO SIEMPRE GOZOSOS; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo” (2 Corintios 6:10).
Los creyentes victoriosos declaran: “En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37). Y ESO LES TRAE GOZO AL CORAZÓN!!!
-En segundo lugar, la Vida Victoriosa ES UNA VIDA DE LIBERTAD -
Los creyentes triunfantes han aprendido a vivir en libertad. Saben bien que “han sido LIBERTADOS del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos 6:22). Porque “si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente LIBRES” (Juan 8:36). Ellos saben como mantenerse “firmes en la libertad con que Cristo nos hizo LIBRES” (Gálatas 5:1).
El cristiano vencedor ha sido llamado a vivir “en la perfecta ley, la de la LIBERTAD, y perseverar en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, y así será bienaventurado en lo que hace” (Santiago1:25). “Pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios” (1 Pedro 2:16).
Los creyentes que viven en la “libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Romanos 8:21), practican el perdón de manera consistente. Además, muestran una vida generosa y agradecida. No muestran ataduras para servir a Dios y a su prójimo. Y sobre todo, son libres para amar y adorar a Dios. Saben bien que “donde está el Espíritu del Señor, allí hay LIBERTAD” (2 Corintios 3:16). ¡SU VIDA MUESTRA CLARAMENTE QUE SON LIBRES!
-En tercer término, la Vida Victoriosa ES UNA VIDA FRUCTÍFERA-
Jesús enseñó que la vida fructífera del creyente revela su naturaleza. “Porque cada árbol se conoce por su FRUTO; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.” (Lucas 6:44). De hecho, para eso Jesús vino a nuestras vidas. Él dice: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis FRUTO, y vuestro FRUTO permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16).
De acuerdo a ese mismo texto, un creyente que no exhibe resultado visible alguno de su relación con Cristo (fruto), difícilmente verá sus oraciones contestadas. Y mucho menos traerá gloria a Dios. Pues en Juan 15:8 ya Jesús había dicho: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho FRUTO, y seáis así mis discípulos”. Por otro lado, el creyente victorioso NUNCA presenta excusas, ni culpa a otros por su ausencia de resultados. Sino que se esfuerza para SIEMPRE presentar abundante “FRUTO PARA DIOS” (Rom. 7:4).
-Por último, la Vida Victoriosa ES UNA VIDA QUE TRASCIENDE-
La más importante señal de un creyente victorioso va más allá de lo que logra en la vida. “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26). Todo lo que este creyente hace y logra en su vida es para escuchar a Jesús decir: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor” (Mateo 25:21).
El apóstol Pablo logró muchas cosas loables en su vida (Leer Rom. 5:19, Fil. 3:4-14). Sin embargo, nos muestra que una vida victoriosa demanda no solo un buen comienzo, sino también un buen final, y el dejar un legado digno de ser imitado por las generaciones venideras. Por eso en el atardecer de su vida declaró: “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:6-8).
Esa es una vida que trasciende el tiempo y el espacio.
ESA ES UNA VIDA EN VICTORIA!!!
BENDICIONES!!!
-Ptor Héctor Murillo