¨El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.¨ (1 Juan 4:8). Y es ese amor el que nos mueve ministrar a las necesidades de los que forman parte de la iglesia, así como a las almas necesitadas de salvación. Estamos convencidos de que las personas conocerán el amor de Dios por medio de nuestra conducta. Como dijo Jesús: ¨En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros¨ (Juan 13:35). Por ello, nuestra MISIÓN como iglesia local se resume en
ALCANZAR AL PERDIDO y LEVANTAR AL CAIDO!!!
En nuestras vidas, así como en nuestras reuniones, el centro de todo lo que hacemos es DIOS. Nos reunimos para adorarle a Él en todas las formas que la palabra de Dios nos manda. Lo hacemos con alegría y profunda devoción, y con un gran sentido de GRATITUD . Le adoramos con nuestro estilo de vida, con nuestros bienes y con nuestras alabanzas. Y procuramos hacerlo como lo enseña el Salmo 150: ¨Todo lo que respira alabe al Señor. Aleluya¨. Te animamos a que te nos unas cada domingo para juntos exaltar a Dios en medio de una experiencia refrescante y profunda de alabanza y adoración.
¨Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos¨ (Efesios 6:18). La oración es como la sangre para la iglesia de nuestro Señor Jesucristo. Sin ella se desangran nuestras fuerzas espirituales. Una iglesia con POCA oración es una iglesia anémica. Una iglesia SIN oración es simplemente una iglesia agonizante. Procuramos desarrollar una cultura de oración, no solamente mediante reuniones de oración en el templo, sino también por medio en nuestros grupos pequeños en los hogares y las oraciones en las madrugadas. Nos hemos propuesto obedecer el mandato bíblico que nos desafía a ¨ORAR SIN CESAR¨ (1Tesalonicenses 5:17). Te invitamos a que nos acompañes en nuestras reuniones de oración, en donde juntos presentaremos tus necesidades y anhelos delante del Creador. Nos reunimos para orar a Dios, creyendo que nuestro Padre Celestial responde a las oraciones de su pueblo.
LA ORACIÓN CAMBIA LAS COSAS
La biblia nos manda a que ¨crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo¨ (Efesios 4:15). En primer lugar, debemos crecer cualitativamente ¨hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo¨ (Efesios 4:13). Pero también debemos crecer cuantitativamente (en cantidad). Y esto se logra mediante el evangelismo y el discipulado. Por ello declara: ¨Id Y Predicad El Evangelio A Toda Criatura¨ (Marcos 16:15). Por ello procuramos anunciar las buenas nuevas de salvación a nuestra generación, mediante todos los medios a nuestro alcance. Compartimos nuestra fe en Cristo principalmente a través de grupos pequeños en los hogares mientras tenemos compañerismo y somos edificados con enseñanzas bíblicas. De igual forma, realizamos esfuerzos de evangelismo a mayor escala mediante cruzadas y eventos diversos, utilizando todas las tecnologías disponibles.
Sabemos muy bien que ¨la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios¨ ( R omanos 1 0:1 7 ) . Y para tener una FE sólida debemos ser enseñados en la palabra de Dios. Por ello se nos exhorta a que ¨la palabra de Cristo abunde en nuestros corazones¨ (Colosenses 3:16), y que estemos ¨agarrados de la Palabra de Vida¨ (Filipenses 2:16 ) Para nosotros, al igual que para el apóstol Pablo, la enseñanza de la palabra de Dios es muy importante. La biblia nos declara que en la ciudad de Corinto ¨se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles LA PALABRA DE DIOS¨ (Hechos 18:11 ) . Por ello nuestra Escuela Dominical está presente para nutrirte y enseñarte. Cada domingo tenemos a tu disposición una clase con enseñanzas sistemáticas diseñadas en base a tu realidad espiritual, edad y demás características. Con maestros de la palabra para instruirte en los caminos de Dios. Además, contamos con los discipulados y academia de líderes para aquellos que desean convertirse en parte del liderazgo de los Grupos de Amistad. ¨Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación¨ (1 Pedro 2:2 ) .