“La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella“
(Proverbios 10:22)
Todos la anhelan. Pocos la entienden. Sin embargo, aquellos que logran experimentarla pueden dar fe de que ¡NADA SE LE PUEDE COMPARAR!
Esa es… ¡LA BENDICIÓN DE DIOS! ¿Pero qué es la bendición? ¿Cuál es su naturaleza y poder? ¿Cómo podemos tener acceso a ella? ¿Cómo podemos VIVIR en bendición?
En esta serie de lecciones sobre El Poder de la Bendición, procuraremos dilucidar estas y muchas otras interrogantes respecto a la bendición. De modo que primeramente adentrémonos a la perspectiva bíblica en cuanto a lo que en realidad es la bendición.
-La bendición es El Deseo de Dios Para Sus Hijos: -Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, …según el puro afecto de su voluntad- (Efesios 1:3-5)
Como buen Padre que nos ama, nuestro Dios desea bendecirnos, y darnos lo mejor. De manera que, si alguna vez te has preguntado si es la VOLUNTAD DE DIOS bendecirte, no lo dudes más. ¡Dios te quiere bendecir!
El apóstol Juan expresa el deseo de Dios de bendecir a sus hijos cuando le escribe al anciano Gayo:
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2).
-La bendición es Una Promesa Divina Para Los Que Creen. -para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. - (Gálatas 3:14)
Dios promete bendecir a aquellos que le creen. Pues sin fe es imposible agradar a Dios. Y los que buscan a Dios deben creer, no solamente en su existencia sino en el hecho de que Dios los RECOMPENSARÁ. Es decir, los bendecirá por buscarle con fe (Hebreos 11:6)
Sin duda, la bendición de Dios alcanzará a aquellos que creen. Pablo apóstol explica que, aunque la promesa de bendición fue dada a Abraham, Padre de la fe, el cual era hebreo.
Esa misma bendición sería extendida a aquellos que mostraran la misma fe, aun cuando no fuesen hebreos de nacimiento o raza. El mismo apóstol Pablo luego declara:
“De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” (Gálatas 3:9).
-La Bendición es Una Tendencia Sobrenatural al Éxito: -Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. - (Job1:9-10)
El que está bajo el influjo y cobertura de la bendición verá resultados extraordinarios. La bendición de Dios sobre su vida hace que las circunstancias, escenarios y vaivenes de la vida operen en su beneficio. La Biblia nos dice:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28)
La bendición de Dios nos empodera para el éxito, al punto que, aunque todo nos salga mal, todo nos sale bien. Como dicen en el argot popular: ¡El que va a ganar, No pierde!
En el caso particular de Job, el mismo Satanás da testimonio de lo bendecido que estaba este hombre de Dios en todo. El fracaso NO era parte de su vida.
-La Bendición es Un Estado Espiritual: - Y LOS BENDIJO DIOS, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra- (Génesis 1:28)
-Por último, existe una cuarta verdad, que el fundamento de toda bendición de Dios. Y es que Al principio Adan y Eva vivían en bendición y eran capaces interactuar sin restricciones con Dios.
Y no había límite en cuanto a lo que podían lograr. Fructificar, multiplicar, llenar, sojuzgar, señorear eran actividades realizadas de manera normal, sin esfuerzo ni corrupción. ¡Estaban en bendición!
Pero cuando pierden ese estatus de bendición, debido a su desobediencia, ya no podían hacer nada. Todo lo que tocaban se dañaba. Parece como que hubiesen comenzado a vivir en maldición. Quedan destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Dios había emitido la terrible sentencia:
“maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 1:28).
Job por su parte, perdió todas sus bendiciones visibles, pero nunca perdió su estado espiritual, y al final lo recuperó todo (Job 42:10-17).
Hoy, gracias a que Jesucristo dio su vida en la cruz, todo aquel que le entrega su vida y corazón recupera ese estado espiritual. Y de allí simplemente nos toca re-aprender a VIVIR en ese estado. LA BENDICIÓN.
Ahora podemos levantar nuestra voz en alabanzas y proclamar:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3).
Bendiciones
-Ptor Héctor Murillo